
Con frecuencia, las personas que se encuentran bajo la influencia del alcohol pueden:
- Reír y hablar en voz alta
- Sentirse mareadas
- Tener la visión borrosa
- Tener problemas para mantenerse de pie y balancearse cuando caminan
- Tener dificultad para hablar
- Sentirse soñolientas y relajadas
- Desmayarse o perder el conocimiento
- Tener ganas de vomitar
- Pelear e inclusive ponerse violentas
Emborracharse puede llevar a una persona a hacer o decir cosas que luego se arrepienta.. También le hace más propenso a tener un accidente y lastimarse.
Después de beber mucho, las personas tienden a tener dolores de cabeza y sentirse enfermas. Esto se conoce como una resaca.
Las personas que son adictas al alcohol empiezan a tener que beber más y más para emborracharse. Puede ser que tomen un trago en la mañana para calmar o detener una resaca. Pueden beber solas y mantenerlo en secreto. Puede ser que se olviden de las cosas que pasaron cuando estaban borrachas. A esto se le llama pérdida de la conciencia.
Las personas que están tratando de dejar de beber pueden:
- Sentirse nerviosas o tristes
- Tener temblores
- Sudar en exceso
- Tener dificultad para dormir
Tener una fuerte necesidad de beber alcohol.